El extraordinario poder de la voz humana es mucho mayor que el que puede ejercer la palabra impresa en papel, o en un monitor. El sonido genera PASIÓN entre el creador del podcast y sus oyentes, una estrecha conexión personal y un vínculo emocional potente. Pasas a estar al lado del oyente, a acompañarlo en sus quehaceres diarios, vas con ellos al trabajo, al gimnasio, les haces compañía en la soledad de las rutinas del hogar… incluso te metes en la cama con ellos. El poder que implica esta proximidad tan íntima, tan personal, tan de tú a tú, es incuestionable y difícilmente comparable al que pueda ejercer ningún otro medio de comunicación visual ni escrito.